domingo, 9 de enero de 2011

TESTIMONIO DE UN AUTISTA

 "¡Hola!

      Soy una niña de 10 años que nací el día 19 de Febrero de 1.988 en La Coruña y que me desarrollé normalmente hasta los 9 meses de edad, fecha en que comencé a sufrir crisis epilépticas cada vez mas frecuentes,  llegando a pasar por quince crisis en un día y repetir cada dos o tres días.

         Entonces se me produjo una regresión profunda en mis posibilidades, tanto motoras como de comprensión, ya que hasta dos años después, tras visitar  innumerables médicos por toda España, no se logró controlar mis crisis.

          A partir de ese momento la cuestión se complicó bastante, ya que además de la lesión cerebral que tengo, que no se sabe a que es debida, he sufrido otra serie de enfermedades, como la Pubertad Precoz, que me tienen controlada con medicación, Osteoporosis que también me tienen controlada, y una  pequeña desviación de columna. Así mismo la dentadura me ha salido  desordenada y con separaciones entre las piezas, y aunque a papi le encanta,  y así se lo dice a todo el mundo, yo no estoy tan convencida. También tengo bastante vértigo, y los sonidos fuertes me producen un gran susto la primera vez que suenan, aunque si se repiten varas veces me gustan.

           En aquel momento yo no me podía mover por mi misma, no conocía a nadie,  ni siquiera a mis padres, no fijaba la mirada en ningún objeto y no podía  soportar el contacto físico con las cosas o las personas. No quería ni siquiera  comer, y me tenían que dar la comida totalmente triturada y cada vez que tocaba comer había joyón. Hoy, aunque puedo andar, con la manía de andar  de puntillas que ya estoy corrigiendo, tengo graves dificultades para  moverme, ya conozco un poco a la gente, puedo sonreír y aunque no hablo nada, cuando me obligan a hacer algo que no me gusta (por ejemplo trabajar, porque soy un poco vaga) sé protestar muy ruidosamente. En lo de la comida  he progresado bastante desde que voy al colegio, y ahora me porto mucho mejor y actualmente están tratando de enseñarme alguna comunicación básica mediante señas y el control de esfínteres. También puedo coger algún objeto y me encanta que mis padres me den mimos. Aunque continuo con las estereotipias de lavar las manos y frotarme la boca, ya no son tan acusadas como antes y de vez en cuando presto atención a las cosas que me rodean."


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